domingo, 3 de mayo de 2015

La mujer cuya belleza era un insulto a las demás mujeres, Anita o Elsa….

“Tu belleza es un insulto a las demás mujeres”, le dijo Fred a Elsa, y cada vez que veo la misma película una y cien veces esa frase no deja de conmoverme, es China Zorrilla Y Manuel Alexandre en la fantástica y conmovedora “ Elsa y Fred”, y que hoy por no sé que aba vez, he visto por televisión.
Llegué a casa demolida de cansancio, a tirarme en mi sillón, cubierta con mi manta suavecita y protectora, a derramar mi cansancio esparcida allí. Haciendo zapping, sin ver nada, y de pronto me quedé ahí, con Elsa y Fred. Como siempre, terminé llorando, conmovida, y ahora intento dilucidar porque. 
Sí, extraño a China, su ausencia como actriz adoptada argentina se siente, saber que no está deja un huequito en el alma, pero la magia de la pantalla la trae de nuevo, tan vital, tan Elsa , Elsa es Ella, quien otra si no?.
Me deja sin aliento el amor desprevenido a una edad censurada a ello, la existencia de sentimientos que sobrepasan la barrera del tiempo, donde se vuelve a ser adolescente aunque el cuenta-kilómetros del cuerpo diga otra cosa, el amor que sacude una vida monótona, segura, que la trastorna, la vuelve imprevisible y a la vez está ahí, cada día, y hace que “hoy pueda ser un gran día…..”, como dice Serrat.
Yo sé de esos amores, existen, he sido testigo de algunos, amores valientes, maduros, apasionados y difíciles.
Lo que me llega hoy con mas fuerza, la fibra que hace vibrar mi alma, es ese amor a la vida de Elsa, ese gusto por llevarse la vida puesta, es esa mujer que cuando entra hace temblar la tierra, tal vez no solo por ser hermosa, sino porque lleva tanta vida dentro que se le escapa por los poros.
Hoy, que el trajín de mi trabajo, me deja extenuada, sin fuerzas ni ganas, siento envidia de Elsa, quisiera llenarme de esa energía vital que la lleva  a amar aún muriendo, que la lleva a cumplir el sueño de su vida, que se siente Anita y es amada en la Fontana de Trevi. 
Si, ya sé, no todo es perfecto, ni ella es Anita Eckberg ni él Marcello Mastroiani, ni el gatito es piccolo e bianco, no, y sin embargo ella es ella, sabe que quiere y se amolda, y le parece Fred mejor que Marcello, y así es la vida, cada uno hace de su gato el mejor o el peor. 
Hoy elijo este camino de escribir, que convierte mi gato pardo en piccole e bianco, que soy Anita porque me siento bella, aunque mis canas abunden, mis arrugas estén bien presentes, y mi cuerpo se expanda, y si, así y todo soy bella, con la fuerza de Elsa.

Y me  levanto cada mañana y salgo al mundo, y es mi Fontana de Trevi, que estará fría o caliente, con policías malos y gente gruñona, con cansancio a cuestas y alegrías escondidas . Y lo mejor es que sé que dentro o fuera de la Fontana esta mi Marcello, esperando para abrazarme, para tenderme la mano, para darme mi gatito , el Marcello que yo elegí, sin guionista ni director, sin pantalla ni pelicula, solo el que me dio el corazón…..

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