jueves, 24 de septiembre de 2015

LA PRIMAVERA Y YO, un romance complicado......

Septiembre, por este hemisferio la primavera aparece, se derrama, se desliza, cambia el paisaje de repente y se pinta de color.


Amo la primavera, y me incomoda toda ella, en su belleza, en su magnificencia y en sus cambios tan abruptos. Por eso vivo en permanente conflicto, es una real y verdadera relación patológica de amor y odio, mal con ella, mal sin ella.
En realidad ella no tiene la culpa de nuestra relación desafortunada, es que a mí los cambios me cuestan, y ella es cambio, continuo, permanente, es el símbolo de todo eso, y yo la admiro, pero me rompe los esquemas!! 
Todo es inestable en esta época del año en mi lugar, las mañanas son heladas, los mediodías tórridos, las noches frescas, el viento arremolina el ambiente, la luz y el aire se cargan de polvo y le dan a todo una reververancia mágica y molesta, preciosa al amanecer o atardecer, pero cuando he trabajar o manejar el auto, esa luminosidad me vuelve loca; y esa misma luz me deja extasiada al crepúsculo, cuando el aire se ilumina y el paisaje se vuelve una obra maestra.
En esto de los cambios, ella me sobrepasa, con una rapidez asombrosa le va ganando poco a poco y cada día más lugar al invierno, aun sin lluvia, las copas de los árboles son sus banderas, indudables flamean al viento sus hojas nuevas, lustrosas, brillantes, y en medio del polvo circundante clavan su estaca y se hacen fuertes, son primavera.
A mí, esto de no saber que ropa ponerme para salir a la calle, me pone incómoda, me gusta tener todo bajo control, (jejeje, como si eso fuera posible) , o al menos saber que si me puse medias y botas no voy a sufrir de tortura toda la mañana por que a la señorita se le ocurrió elevar su temperatura 20 grados centígrados en una hora, y mi otro drama estacional, ¿cuando guardo los gordos sacos de invierno y saco sandalias y blusas livianas?? ¿Cuando? ya que ayer use mi campera y medias y hoy tire todo por la borda muerta de calor, y ¿mañana que será??
Me retiro en mi lugar de descanso, y miro al poniente, observo el árbol que esta frente mío, el que me da el tictac de la primavera, el que marca su paso, siento una emoción intensa surgirme en las entrañas, siento su savia burbujeante, siento ganas de volar, de ser esos pájaros alborotados que a las 6 de la mañana me despiertan tan contentos y no mato de un hondazo porque estoy adormilada, y los redimo, o ellos lo hacen por mí, y por un rato el espíritu de ella, me inunda, me habita, me dejo llevar por el caos de mil células creciendo, cambiando, proyectando, y ahí, ahí, en ese momento único, me trepo al ala de algún sueño dormido durante el invierno, y es ahí justo, cuando empieza a salir al mundo, a querer ser real, y hago mío el empuje del cambio, la necesidad de él.
Tengo una hermana que ama lo nuevo, la admiro, no tiene miedo al cambio, cualquier tema novedoso la atrapa, se viste a la última moda, cuando ella deja de usar algo por anticuado yo me lo pongo y me siento tremendamente fashion, si sale un nuevo dispositivo tecnológico ella al menos lo conoce y ya lo maneja, yo lloré tres semanas cuando murió mi celular con teclitas y sin watsup, y odié por 3 meses el celular táctil!!!
Ella cambió de casa, de barrio, de vida, en un periquete, yo me mude y a los 8 meses recién pude salir de la depresión que significó mudarme de casa!!! Si, ella tiene una ventaja, tiene la ductilidad de la caña al viento, yo a veces me siento un duro tronco de quebracho conservador, que cruje con cada ramalazo de viento.

Ahora que escribo, me veo ante dos maestras, no sé si podré aprender, al menos lo estoy viendo, la primavera y mi hermana, ojala de ellas saque en este momento la flexibilidad de la caña y el vigor de reverdecer con savia nueva, de poder hacer mis sueños realidad palpable, yo también soy sabia, yo también quiero reverdecer, brotar y dar mis frutos…mecerme por un rato al viento…..

jueves, 10 de septiembre de 2015

SINCERAMENTE...... es hora de un cambio

Lo que me sale del alma es sincerarme conmigo misma ante lo inexorable, el desafío de escribir una novela con capítulos de entregas semanales me queda grande,  en este momento de mi vida, no puedo, así de simple y así de duro, para mí.
Admito que se había vuelto una tortura escribir el último capitulo, que demoraba mi tiempo de empezar y hasta se estaba volviendo feo lo que me resultaba placentero, me sentía constreñida por el tiempo. Lo peor era sentarme, tener la cabeza llena de ideas y no las energías ni el tiempo para sacarlas.
Sé que no es un corte, que es una pausa tan larga o corta como la vida decida que es.
El oficio de escribir evidentemente es eso, un oficio, y cuando comencé este blog, sabía que mi tiempo es limitado y quería escribir solo lo que se me venía en el momento, y me embalé, me envalentoné y me subí en mi soberbia para estrellarme con la dura realidad, la mía, la de una mujer que trabaja en su emprendimiento privado, de la que dependen 8 familias para su sustento, que soy durante algunos periodos el ppal. sustento de mi familia, y lo digo con orgullo, sin pena. Así que escribir, que es mi pasión, no es mi sustento, es mi cable a tierra, mi fuente de cordura, mi solaz.
Me costó aceptar esta realidad, me creí la súper mujer que podía escribir una novela en capítulos semanales, y no, no puedo. Creo que escribir es sagrado, es una responsabilidad conmigo misma principalmente y con aquellos que me leen, si no se trabaja con esmero es como largar al mundo un hijo sucio y mal educado. Y hoy no tengo el tiempo ni la energía para ese esmero.
Pensé que escribir durante un año unas páginas semanales me llevaban al sueño de escribir una novela, pues no, no es así. He aprendido mucho en este intento, de lo que puedo, lo que no, lo que tengo y lo que me falta, así que en honor a este sagrado oficio de escribir, me voy a limitar a lo que sé que puedo, por ahora, que es escribir esto, cuentos y escritos, ideas y más ideas, y algunas historias.
Aquí voy, con otro desafío, más a mi altura, más humilde, y también más aliviada.
Este espacio es un templo para mi, especial, lo quiero cultivar, conservar, ver crecer y perseverar en él, cuando esté lista para escribir una novela, saldrá de otro espacio, en otro contexto y formato. Y será bueno que haya nacido aquí la semilla, en este lugar en el que algunos se atreven a leerme, y por esos algunos que creo me leen es que me sincero, a ellos les digo que siento mucho no poder seguir con la novela, lo siento si los defraudé en sus expectativas, serán otras historias las que iré tejiendo.
Lo mejor de la experiencia es que lo hice, le puse garra y esfuerzo y cuando vi que ya tenía visos de tortura, entendí por dónde venía la mano, dije basta, sigamos por donde veníamos y no dejemos que la mala racha borre el camino recorrido.

Así que acá estoy, volviendo a empezar, como la vida misma,  un continuo comenzar, como la primavera espero brotar y dar buenos frutos después de la poda……