martes, 26 de mayo de 2015

Competencia desleal o deslealtades de la vida?

A Elisea Cárgolas le dicen “Bebita” desde el día que nació, porque era la única hija mujer entre 5 varones y la mas pequeña.
El día que cumplió 20 años se caso con Juan Francisco Zúñiga de Maldonado, joven y prometedor abogado de una familia de abolengo y poca plata.
Bebita era hermosa, de una belleza serena que explotaba al extremo con su coquetería fuera de serie.
Desde que tuvo uso de razón supo que su misión en la vida era ser hermosa, que debía cumplir su rol a la perfección y este era un arduo trabajo. Jugar sin despeinar los bucles, correr sin ensuciar los zapatos, bailar sin arrugar las faldas, etc. Su conciencia de si misma estaba prendida al hecho de tener que ser la más bella de cualquier lugar o circunstancia.
Se las ingenio para ser muy agradable y tener la atención de sus padres, hermanos, maestros, amigos, galanes y consorte.
La simpleza de su razonamiento, la belleza, su coquetería extrema y espontánea, la sonrisa franca y frivolidad carente de total maldad la hacían irresistible.
Así fue que Juan Francisco Zúñiga de Maldonado, cayo rendido de por vida a sus encantos.
Los primeros años de casada los pasó en un pequeño y coqueto departamento al que dedico su vida, hasta que por razones de trabajo y contactos del marido se fueron a Vivir a Viena, Austria. O sea Europa.
Bebita, toco el cielo con las manos, los pies y se le lleno de nubes la cabeza. Ella viviendo en ¡¡“Europa”!!, era la primera de su familia que podía cruzar el océano, la que podía aspirar al brillo que da vivir en el extranjero, y ¡¡que extranjero!!, Austria, lugar de emperadores, de Sisi, de valses y palacios.
Ella que venia de una familia a la que solo le quedaban glorias pasadas en algún portarretrato sepia, una familia de trabajadores honrados, pero sin aspiraciones ni brillos ni oropeles. Esos brillos que Bebita tanto soñaba.
Juan Francisco era un hombre básicamente bueno, honorable, integro. No veía maldad en nadie, no era envidioso. Por eso sus jefes lo mandaron de representante de su agencia a ese destino.

Vieron tres años allí, tres años que sirvieron para hablar toda una vida, tres años donde Bebita fue mimada, malcriada, halagada por todo un núcleo de embajadores, literatos, artistas, y aristócratas del circulo de trabajo de su marido. Pero por sobre todo, su marido le dio todos los gustos ya que podían gozar de una soltura económica nueva para ambos.
Su vestuario se renovó de arriba abajo, vestidos de fiesta que duraron
una vida entera, sedas de Estambul, pañuelos de Hermes, Zapatos de Italia, carteras de París, vajilla de Limoges, vasos de cristal de Bohemia, cubiertos de plata inglesa, valijas de Vuitton, y un embarazo inesperado en medio de tanta gloria.

Le costo disimular el mal humor que le producía pensar en un ensanchamiento de su prodigiosa figura, en las fiestas que se perdería, pero las atenciones redobladas de su increíblemente feliz marido la tranquilizaron y malcriaron aun mas. No había antojo o deseo por grande o pequeño que fuera que JF no satisficiera para ella.

Y así, de a poco tuvo 9 meses para hacerse a la idea de que tendría un niño, que seria el heredero, el que llevaría el apellido de la familia y seguiría los pasos de su prometedor padre.

Y nació Lucia, la luz de su padre, Bebita no podía entender como no había sido niño, ella esperaba niño, estaba segura seria niño, jamás de los jamases se imagino que seria una niña.

Digna hija de su madre, la bebe era perfectamente hermosa, las enfermeras austriacas, comentaban asombradas que nunca habían tenido una personita tan pero tan linda. La paseaban de sala en sala luciendo el prodigio de belleza latina, que era además rubia y de grandes ojos verde esmeralda.

Entre el cansancio del parto, las malas noches, las brumas del sueño, Bebita aun se preguntaba que había hecho ella de malo para tener una bebe mujer y además hermosa, si bien su razonamiento simple no le permitía ver competencia en un ser de 45 cm, su instinto de mujer coqueta estaba alerta, mas que alerta estaba aterrado.

Le costo conectarse con la creatura, nunca pudo darle de mamar ya que lloraba tanto la madre como la hija y al final el marido opto por conseguir un ama de leche que se usaba en esos tiempos y una campesina huida de Rusia la amamantó hasta los 6 meses.

JF, estaba feliz, no cabía en si de gozo, su corazón era grande y generoso y podía amar a todas las mujeres hermosas de su familia.

Bebita, solo podía amarse a si misma y a su JF, que era el eje sobre el cual su coquetería pivotaba, su misión de ser hermosa era principalmente para agradar a su marido, fuente de su sostén y felicidad. Ser hermosa para el resto de la humanidad era un regalo que ella ofrecía gustosa.

Una sorda batalla se desato en el interior simple y fútil de esta alma que no tenía maldad, solo frivolidad exacerbada. Ella amaba a su hija, cómo no hacerlo, no solo era hermosa sino que era parte de ella. Pero esa pequeña crecía y ocupaba no solo un espacio cada vez mayor en su vida, en la de su marido, sino en la atención del mundo que hasta ahora había sido para ella.

Cumplido el plazo de tres años Volvieron a su país de nuevo, con Lucia como nuevo integrante de la familia.

Tanto revuelo causaron después de tantos años de ausencia que su vida social era imparable, y todo el mundo comentaba de la bella hija “europea” que había traído los Zúñiga de Maldonado, que era una creatura angelical, celestial, bellísima, que solo por los genes de sus padres y los aires de Europa se podía dar este fenómeno.

Lucia crecía, a la luz de los ojos de su padre, y como la naturaleza es equilibrada, lo que da de mucho lo resta en otro lado, la luz que tenia Lucia era solo física, no tenía mucha luz mental, solo una simpleza pasmosa, que a nadie importaba ni se tenía en cuenta ya que que con solo reír el sol brillaba a su alrededor.

En las mentes simples, cuando surgen los celos, la maldad se presenta pura y dura, sin escrúpulos, abierta. Sigilosa.
Entre Lucia y su madre creció un poso de maldad, un hueco que se llenaba de competencia por el amor del JF, por llamar la atención del mundo, la madre no pudo ser nunca madre, por que antes era mujer y además hermosa, y perder su trono en pos de una hija a la que empezaba a detestar no era aceptable.

Cuando cumplió quince años, Lucia estaba radiante, era realmente un espectáculo admirarla, aun hoy varios años después, se ve su fulgurante belleza en las fotos blanco y negro.
Bebita había decidido no envejecer nunca, tomo con decisión firme el trabajo de ser eternamente una jovencita, la jovencita que enamoro a su marido tantos años atrás. Y es admirable el empeño con se dispuso a ello.
Saco a su hija de su mente y siguió cumpliendo a rajatabla la encomiable misión que la vida le había dado, ser bella hasta la tumba, bella y joven y encantadoramente tonta.

Lucia creció sin madre, malcriada por su padre que no concebía el abandono de su mujer, que no la podía ver, y trataba de llenar todos los vacios en la vida de su hija, y solo podía darle un amor desmedido que la desprotegía y la hacia tan vulnerable como el quería evitarlo.

No hubo hombre de 15 a 50 años que se resistiera a los encantos físicos de Lucia, tuvo novios a rolete, admiradores a montones, terminó el colegio y su padre la mando de viaje e Europa con unas amigas, allí aprendió francés solo por que se había enamorado y necesitaba añadir a su lista un francés que parecía infranqueable, pero era solo cuestión de idioma, el día que pudieron hablar, o el creyó que ella entendía se rindió sin mas. Y ella decidió volver a los brazos de su padre, que al fin y al cabo eran los más seguros.

La tensión de vivir entre dos mujeres hermosas, egoístas y de pocas entendederas fue matando de a poco al pobre Juan francisco, hasta que un día cansado ya del todo abandonó este mundo tratando de dejar en buena posición a sus dos amores .

Las mujeres quedaron shock, Bebita era una viuda de mediana edad, pasados los cincuenta, y Lucia una joven de 25 años, solamente hermosa, y con un poco de dinero.

Bebita sobrevivió, se acomodó, pues entendió que su misión seguía en pie, aun podía seguir siendo bella y joven y tontuela, y el mundo seguía estando contento con ella, un mundo cada vez más pequeño pero mundo al fin.

Lucia, empezó una vida descarrilada, sin limite ni contención, fiestas, hombres que se aprovecharon de ella, una madre que miraba impotente el derrumbe, una madre que no tenía herramientas ni autoridad para hacer algo, solo enojarse, gritar, pelear, y distanciarse. Un día decidió no gritar mas por que eso aceleraba su vejez, e ignoro a Lucia.

Lucia quería desesperadamente ser amada, y no admirada, pero estaba indefensa, no sabia como, no sabia pedir ayuda, solo exigía, y así gasto su belleza y dinero, y encontró en el alcohol una ayuda que calmaba su hueco.


Hoy Lucia se consume en una nube etílica, su madre aún cree ser joven bella y acaba de cumplir 90 años, Lucia vive en la calle, encontró gente como ella, donde su belleza ya ajada y decrepita no vale, solo vale la solidaridad de los descastados para conseguir el alcohol necesario para tirar un poco mas antes que el vacío total los consuma.

miércoles, 6 de mayo de 2015

El sexo, los políticos y otras delicias….,

No sé bien cuando empecé a registrar que se dice que la prostitución es el oficio más antiguo del mundo, como todo dicho, se repite sin pensarlo mucho y siempre encuentra un espacio adecuado en determinados diálogos.
Un día, manejando por una avenida concurrida de autos, ómnibus y taxis, me detengo en un semáforo, y desde la columna del mismo un cartel de propaganda política me saluda, la cara sonriente y una promesa escrita en letras alegres, la cara me suena y me acuerdo, me acuerdo del delincuente que ha sido procesado por no poder demostrar que hizo con 80 millones de pesos del presupuesto del consejo deliberante de la ciudad en la que paso mucho tiempo, si, ese mismo señor, imputado y acusado formalmente de delito, el caradura me miraba ahí, ofreciéndose como la mejor opción a Diputado. Aun no se explicar lo que sentí en ese momento, tenía que poner primera y arrancar, y lo que arrancó fue una rabia visceral, me sentía insultada, tomada por idiota, ¿como era posible que ese delincuente se postulara tan caraduramente a Diputado?, ¿como puede tener tal impunidad, como????
Y ahí se me vino este pensamiento, si a las mujeres que venden su cuerpo por dinero se la llama prostitutas, a los hombres que venden a su país, ciudad o pueblo por dinero como se le dice? Prostitutos? ¿Porqué cual es la diferencia entre vender el cuerpo y el alma? ¿No es peor vender el alma?, una prostituta muchas veces no tiene opción, un político siempre tiene opciones.
Y además porque solo a las mujeres que se venden se las relega, se las desprecia? 
No será que en este mundo machista la corrupción es el oficio más antiguo del mundo y lo ejercen principalmente los políticos hombres, o los cercanos al poder o al dinero? Y como son tan machos de llenarse de dinero ajeno se los festeja? No será que la prostitución de los hombres políticos es en verdad el oficio mas detestable, primigenio e infame del mundo, y el más aceptado?, la verdad es que en este momento no se me ocurre ninguna diferencia entre un corrupto y un prostituto/a.
Jesús dijo, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, eso me resuena en la cabeza, de que maneras ínfimas y sutiles me dejo llevar por la corrupción, como cuando un policía de tránsito me quiso poner una multa y me sentí tan asustada por que amenazo con quitarme el auto que le di todos los pesos que llevaba en la billetera, claro yo no tenía lo que me pedía, me había dejado en casa el papel del seguro, y en vez de asumir con valentía mi falta me abataté, pensé sin auto no trabajo, no puedo hacer nada, y se me vino el mundo abajo, y el policía experto en coimas me saco lo que quería. En fin, que todo este tema me hace pensar en donde empieza todo, en el huevo o en la gallina?

lo que si sé es que la impunidad caradura de los políticos que voy conociendo a lo largo de la vida me demuestran sin lugar a dudas que la prostitución es un oficio ejercido mayormente por políticos hombres que por mujeres.

domingo, 3 de mayo de 2015

La mujer cuya belleza era un insulto a las demás mujeres, Anita o Elsa….

“Tu belleza es un insulto a las demás mujeres”, le dijo Fred a Elsa, y cada vez que veo la misma película una y cien veces esa frase no deja de conmoverme, es China Zorrilla Y Manuel Alexandre en la fantástica y conmovedora “ Elsa y Fred”, y que hoy por no sé que aba vez, he visto por televisión.
Llegué a casa demolida de cansancio, a tirarme en mi sillón, cubierta con mi manta suavecita y protectora, a derramar mi cansancio esparcida allí. Haciendo zapping, sin ver nada, y de pronto me quedé ahí, con Elsa y Fred. Como siempre, terminé llorando, conmovida, y ahora intento dilucidar porque. 
Sí, extraño a China, su ausencia como actriz adoptada argentina se siente, saber que no está deja un huequito en el alma, pero la magia de la pantalla la trae de nuevo, tan vital, tan Elsa , Elsa es Ella, quien otra si no?.
Me deja sin aliento el amor desprevenido a una edad censurada a ello, la existencia de sentimientos que sobrepasan la barrera del tiempo, donde se vuelve a ser adolescente aunque el cuenta-kilómetros del cuerpo diga otra cosa, el amor que sacude una vida monótona, segura, que la trastorna, la vuelve imprevisible y a la vez está ahí, cada día, y hace que “hoy pueda ser un gran día…..”, como dice Serrat.
Yo sé de esos amores, existen, he sido testigo de algunos, amores valientes, maduros, apasionados y difíciles.
Lo que me llega hoy con mas fuerza, la fibra que hace vibrar mi alma, es ese amor a la vida de Elsa, ese gusto por llevarse la vida puesta, es esa mujer que cuando entra hace temblar la tierra, tal vez no solo por ser hermosa, sino porque lleva tanta vida dentro que se le escapa por los poros.
Hoy, que el trajín de mi trabajo, me deja extenuada, sin fuerzas ni ganas, siento envidia de Elsa, quisiera llenarme de esa energía vital que la lleva  a amar aún muriendo, que la lleva a cumplir el sueño de su vida, que se siente Anita y es amada en la Fontana de Trevi. 
Si, ya sé, no todo es perfecto, ni ella es Anita Eckberg ni él Marcello Mastroiani, ni el gatito es piccolo e bianco, no, y sin embargo ella es ella, sabe que quiere y se amolda, y le parece Fred mejor que Marcello, y así es la vida, cada uno hace de su gato el mejor o el peor. 
Hoy elijo este camino de escribir, que convierte mi gato pardo en piccole e bianco, que soy Anita porque me siento bella, aunque mis canas abunden, mis arrugas estén bien presentes, y mi cuerpo se expanda, y si, así y todo soy bella, con la fuerza de Elsa.

Y me  levanto cada mañana y salgo al mundo, y es mi Fontana de Trevi, que estará fría o caliente, con policías malos y gente gruñona, con cansancio a cuestas y alegrías escondidas . Y lo mejor es que sé que dentro o fuera de la Fontana esta mi Marcello, esperando para abrazarme, para tenderme la mano, para darme mi gatito , el Marcello que yo elegí, sin guionista ni director, sin pantalla ni pelicula, solo el que me dio el corazón…..