sábado, 20 de febrero de 2016

TRUDI NO SE VA



El regreso de Trudi.
De nuevo estoy de vuelta…… después de larga ausencia…..Como dice una canción de mi tierra, no me fui!! No, solo me tome unas largas y necesitadas vacaciones.
El año 2015 fue largo y dificultoso, y muy bueno, no me puedo quejar. No soy la misma Trudi que empezó este blog hace un año y medio atrás, he crecido, madurado, fortalecido. Cada lágrima derramada fue una marca en el camino, no cayó en vano, miro atrás y de cada una recojo un fruto, ellas fueron fértiles. Las hubo amargas y dulces, felices y tristes, de emoción y de rabia, de alegría y frustración, y por sobre todo no fueron vanas .
No me ocurrieron grandes cosas, fue el trajín del día a día lo que me costó, mi trabajo en este país donde la inflación te come a dentelladas, que si no estás con todos los sentidos alertas te descuidaste un segundo y ya estás trabajando gratis ,ademas debiendo al fisco. Ahí aprendí que nadie me va a cuidar mejor que yo, ni mi contador ni mis socios, que ser responsable de mi es ser responsable de todo y que no se cae el mundo si me planto firme y digo basta y hasta aquí llegue y mi trabajo vale tanto como yo creo y creo que vale mucho porque es mi esfuerzo.  todo eso me costó un PERU aprender, y cuando lo logré me sentí bien. Obvio, después del cimbrón me enfermé, habían sido tal la tensión y energías puestas en pararme de pie y reclamar con voz firme que después me caí, pero solo para retomar fuerzas, el cuerpo es sabio, dijo basta, cerro las cortinas, toco fondo, junto fuerzas y me elevó al siguiente estadío.
De eso se trata la vida, al fin y al cabo, no? Del día a día, del paso a paso, de crecer, y en este punto miro atrás y me siento feliz, satisfecha del camino recorrido, ni loca volvería a los 30, tengo 45 y no cambio mis arrugas, ni canas, ni peso extra por esta serenidad, esta madurez, este gozar de mí, de la vida. Y este sentimiento surgió palpable el otro día mirando fotos de mis 20 años, de mis 25, de cuando viví en Europa y era un palo flaco y largo, que miraba asustada la cámara de foto con rollos, no me reconocí en esa joven oscura y temerosa, valiente de enfrentar un mundo nuevo, aguerrida al extremo, de viajar y moverme sola, habiendo salido de un cascaron, ahí vivía yo, como bien decían mis amigos de la universidad,
Hoy me miro en el espejo y las canas han dado luz a mi cara, las arrugas han relajado mis mejillas, la sonrisa se me afloja y los ojos se me han vuelto enormes!!!
Sera también por qué parte de las dificultades del año pasado fueron aprender a expandirme, a abrir mi corazón, a querer mis sombras, aprender de quien me hizo daño y comprender que yo también lo cause, y me dolió aceptar y saber que sí, soy capaz de hacer daño. Y eso no me gustó aceptarlo y lo voy digiriendo, aun me cuesta, debo confesar.
Aceptar, creo que ya alguna vez escribí sobre la aceptación, aceptar la realidad, y suena tan fácil, se escribe tan fácil, y es tan pero tan difícil, sino pregúntenle a la ex presidenta de mi país, que por no asumir la realidad esta se la llevo puesta, se la comió cruda, a ella, que se llevaba el mundo puesto a puro grito y provocación, a puro redoblar la apuesta.
De Ella también aprendí, a justamente eso, ver la realidad, aunque no me gustara, a ver como la acepto, como la vivo lo mejor posible. Y saben? Lo peor fueron los días antes de las vacaciones, sentía que ya no daba más, que quería mandar todo al carajo y un día vi que faltaban 21 días para tomarlas, y me dije, o las tomas ya o vivís bien estos 21 días porque es una tortura, y no sé cómo, les juro que no lo sé, pero llegue entera al día 22 y descansé.

Bueno, acá sigo, despuntando el vicio, extrañando este fluir de las letras, esta necesidad de expresarme, el vértigo de no saber si alguien me lee, la esperanza de compartir e intercambiar, la necesidad de poder volcar en palabras las ideas que parecen desordenadas en mi cabeza y se ordenan por arte de magia cuando pulso cada tecla.
Inicio un nuevo año, un nuevo ciclo en mi trabajo, con metas nuevas bajo el brazo y la alegría de un comienzo, así que allá vamos…..
Trudi