jueves, 19 de febrero de 2015

Requiem por la perdida de un amigo



Presa de un profundo dolor,
envuelta en una maraña de tristeza
de un tiempo a esta parte
camino desolada
un sendero de piedras y espinas,
árido, duro, a pinchazos puro.

El dolor me envuelve, me inunda,
Me confunde, me quita los pies
Me tira de rodillas
Y cuando muerdo el polvo y me clavo espinas,
Comprendo, aun sigo en pie
No estoy caída, estoy dolida.

En este trecho del camino, he perdido a mi amigo, a mi compañero,
Lo perdí y no lo encuentro,
Lo he buscado, llorado y gritado
Y solo he hallado el eco sordo de mi llanto en las piedras.
Aun no entiendo el vacío que su ausencia me ha dejado,
Aun me revelo y busco
Y escarbo y me agrieto
Y así solo mas espinas.

Me siento perdida, no se como se sigue sin su compañía,
Sin la calidez de su apoyo, sin su escuchar lento y amoroso,
No se como se sigue sin su amor desinteresado,
Resplandeciente, amado.

Su presencia en mi vida era un bálsamo,
Un andar silencioso, cálido, acompasado,
Un hombro en quien reposar, una sonrisa,
Sincera, respetuosa, amante.

Extraño su capacidad y coraje
Para verse a si mismo,
Extraño crecer a su lado.
Extraño su mirada respetuosa y admirada
Las charlas largas y armoniosas.
Compartir momentos, días y vivencias,
Compartir un canto, una brisa, una risa y la lluvia.

Pero por sobre todo extraño
Los abrazos que le daba a mi alma,
Eran espacios donde comprenderme
Espacios donde acomodaba, susurrando
Mi vida en rompecabezas. Y la paciencia amorosa,
Madre de ese espacio y el abrazo calmador a mi alma dolida


He perdido a mi compañero
Mi carro se tambalea en su eje
Me ha dejado un vacío
Me ha dejado tuerta
Que hacer?
Seguir, dormir o morir?



No hay comentarios:

Publicar un comentario